CRONOLOGÍA La Edad Antigua abarca desde los primeros registros escritos (IV milenio AEC) hasta el declive del Imperio Romano de Occidente (siglo V EC).
TEXTIL
Hacia 4.000 AEC se incorpora la lana al mundo
textil gracias a la selección artificial. Con anterioridad a esta fecha de las
ovejas solo se aprovechaba la carne porque su pelo carecía de las cualidades
físicas precisas para hilarlo; era demasiado grueso o demasiado fino y poco
ensortijado. La metalurgia aliada al textil supuso una revolución. Antes de la
lana, los tejidos se fabricaban con fibras vegetales (lino y cáñamo en Eurasia,
algodón y yuca en América).
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El tejido, su cantidad y
belleza, se convierte en el principal mensaje de riqueza, de modo que nos
permite visualizar las jerarquías sociales. Los dioses son representados
ricamente vestidos.
En
Mesopotamia,
las operaciones del textil (hilado, tejido, confección) las realizaban mujeres;
solamente hallamos útiles textiles en sus tumbas. Los hombres trabajan las
fibras (cultivo, desbroce) y mercadeaban los productos. Sin
embargo, en Egipto,
vemos representaciones de hombres en todas las labores textiles, incluido el
lavado, así como esclavos. El lino era el
material ideal para Egipto: fresco y lavable, en una tierra polvorienta y
tórrida.
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En
India el algodón fue
domesticado hacia 3.000 AEC (llega al Mediterráneo hacia 1.000 AEC), fibra
favorable a la estampación y famosa por esta cualidad; en China, se
descubrió la seda
hacia 2.000 AEC. Es difícil datar el inicio del tejido en América: algodón y
lana de alpaca.
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Sin
embargo el producto textil más codiciado de la Antigüedad no fue ninguna fibra,
sino la púrpura,
el gran negocio de los fenicios.
ANÁLISIS FORMAL El traje antiguo, como después el medieval, se caracteriza sobre todo
por su volumetría geométrica, disociada
de las formas orgánicas del cuerpo. Mantos y túnicas envuelven el cuerpo como
un cilindro sobre el que enrollarse. Ni siquiera las prendas con extremidades
(túnicas de manga larga, caftanes o pantalones) poseen sisa o corte de unión
entre el torso y las extremidades. Solo el traje cretense parece diseñarse para
redibujar la morfología anatómica, pero constituye una insólita excepción en el
ámbito de la Edad Antigua.
Los materiales parecen haber
condicionado también la forma de los trajes:
-En Mesopotamia, Persia y Anatolia las ropas se muestran tersas, de
acuerdo con la naturaleza física de los paños de lana.
Estas zonas incorporan las prendas con extremidades (túnica de mangas,
pantalones), es decir, vestidos que necesitan cierta labor de costura. Pudor
extensivo aplicado a todo el cuerpo y para los dos sexos, racionalizado con el
mito de Adán y Eva. Origen del velo femenino de cabello, normativizado.
-El lino, por el contrario, produce tejidos arrugadizos y suscita
la decoración estructural por medio de drapeados (Egipto).
El traje se monta sobre la persona, se coloca como lo hacen todavía los saris
indios; no hay que vestirlo, no hay que adentrarse en él. Resulta paradójico
que a partir del siglo V AEC el drapeado prosiga su historia en países de
producción textil eminentemente lanera. Nos referimos, desde luego, a la civilización
clásica (Grecia-Roma).
Finalmente, a partir del siglo
IV de la Era Común, se llega a una fusión entre los estilos drapeado o suelto y
ajustado y cosido. La Edad Media ofrecerá la
síntesis del traje mediterráneo y el traje oriental. Del segundo tomará
las prendas con extremidades: pantalones, túnicas de mangas largas; del
primero, las capas y palios.