Al carecer de vestigios
indumentarios, debemos imaginar el traje de nuestros antepasados
prehistóricos inspirándonos en el traje de las sociedades preindustriales que
permanecen entre nosotros todavía en el siglo XXI... si es plausible hacer
equivaler ambos estadios de desarrollo cultural por las semejanzas demostrables
en el campo tecnológico y artístico. Yo creo que tal comparación es plausible.
1. ANTES DEL
TEJIDO: INDUMENTARIA PREHISTÓRICA DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR. Hasta 9.000 AEC (Anatolia, Levante, Mesopotamia); hasta 4.000 AEC (Europa Central
y Occidental).
En el paleolítico la única
economía deducible por los vestigios arqueológicos encontrados era la que
consistía en aprovechar los bienes que proporcionaba la tierra (depredación: recolección, carroñeo, caza, pesca),
que los grupos humanos devastaban en su eterno deambular (nomadismo). Las sociedades
nómadas desarrollan una cultura material breve, necesariamente portable, como
vemos en los beduinos, los mogoles o los indios norteamericanos: tiendas,
alfombras, algunos enseres. No hay pruebas de tejido en el paleolítico, apenas de hilos unidos formando cuerdas.
Las representaciones humanas se
restringen a figurillas de órganos sexuales hipertrofiados; por esta razón, se
ha deducido que se trata de figurillas mágicas protectoras de la fertilidad; y
este el mayor bien de cualquier grupo humano. Figuras diminutas, es difícil
encontrar en ellas otro adorno que cuerdas, unas veces alrededor del
torso, las más veces a modo de faldillas. Según la especialista Elizabeth W.
Barber, estas faldillas significaban que la mujer había alcanzado la madurez
sexual; todavía las lucen a modo de delantales numerosos pueblos eslavos en sus
trajes folklóricos.
|
Dibujo de un enterramiento hallado en Sungir (Bielorruria) y del vestuario deducido, datado hace 23.000 años, según el artista Libor Balak. Destacan los miles de cuentas elaboradas con concha. Los arqueólogos han probado que existía un comercio de este material entre las gentes del Paleolítico
|
Por el contrario, algunos enterramientos paleolíticos muestran extraordinario ajuares indumentarios. La piel de las ropas se ha perdido, pero permanecen los adornos que estaban cosidos a ellas: cuentas obtenidas principalmente del molusco Dentallium. Los enterramientos más lujosos hallados hasta la fecha son el de un hombre en Sungir (Bielorrusia) y la llamada "niña de la Madeleine" (Francia), conservada en el Museo de la Prehistoria de Font-de-Gaume.
|
Venus hallada en Lespugne (Francia). 20.000 AEC. |
2. ANTES DEL
TEJIDO: INDUMENTARIA PRIMITIVA
Es imposible no encontrar semejanzas entre las
representaciones antiquísimas prehistóricas y los atuendos de pueblos tropicales
(figuras 4, 5, 6 y 8). En las sociedades primitivas que
desconocen el tejido o éste se emplea poco, predomina el desnudo sobre el
vestido. Pero no carecen de pudor, aunque lo localicen en zonas corporales poco
extensas comparadas con las que concitan nuestro pudor occidental. En la lista siguiente enlazamos funciones y artículos
indumentarios:
→ Fortalecerse y exhibir valor para incrementar la admiración de los demás. Cicatrices (escarificaciones) y tatuajes representan
animales
letales como escorpiones y cocodrilos en tribus de Oceanía, y como la
técnica es dolorosa se refuerza el valor y la publicidad de haber alcanzado la autonomía
adulta.
Porque se tiende a considerar en todas las culturas que una persona ha
llegado
a la edad adulta cuando controla su propio dolor; tatuajes y
escarificaciones
hacen pública este tipo de suficiencia e incluso pueden servir de
"vacunación" preventiva contra futuras lesiones. En la Edad
Contemporánea, el uso de tatuajes por parte de delincuentes (piratas,
gánsters, narcos) atestigua la vigencia del símbolo; en la actualidad,
los adolescentes los incorporan como manifestación de suficiencia.
→ Preservar la fertilidad. La cuerda de caderas, quizás la
indumentaria más universal conocida, nacería como un amuleto para salvaguardar
la potencia viril y la fertilidad femenina. Son prendas derivadas de esta
cuerda de caderas, la falda y los pantalones.
→ Proteger los agujeros corporales. Sea contra los parásitos, o bien
contra el mal de ojo, se recomienda obturar las aberturas corporales. Pero esto haría nuestra vida muy incómoda. Parece más práctico acercar objetos mágicos (¿o
quizás mnemotécnicos, con funciones recordatorias?) a la nariz, la boca, el
meato, particularmente anillos.
→ Señalar la identidad social e individual: arreglos de cabello (tocados
en general) y pinturas indican aspectos tribales, jerarquía
dentro del grupo y momento sexual femenino (infantil, núbil). El tocado
de plumas, generalizado en todo el mundo primitivo y prehistórico, señala
una posición preeminente. Tendrá continuidad en las tiaras y coronas.
IMÁGENES
1. Aborigen de Nueva Guinea con
tiara emplumada, cuerda de caderas, falda, petos y frontal.
2. Aborígenes australianos de
Aurnkun con plumas, cuerdas de caderas y maquillajes.
3. Princesa maorí con tocado de
plumas y tatuaje en los labios y mentón.
|
1. Nueva Guinea. |
I
|
2. Australia.
|
4. Joven Rapa Nui de Isla de
Pascua danzando con grebas en las pantorrillas que acentúan sus movimientos.
Compárese con el vestido deducible en la pintura mesolítica siguiente:
5. Selección de siluetas
mesolíticas representando hombres con grebas y tocados emplumados (Lya Dams,
1984).
6. Jóvenes de las Islas Solomon
con cuerda de caderas y pintura. Los flecos de la cuerda sugieren una
estilización del vello púbico.
7. Mujer nuba del Sudán con
escarificaciones en la espalda. Proporción y simetría crean un adorno
escultórico. La piel rica en melanina facilita el abultamiento de las
cicatrices.
8. Indios txicao de Brasil
ataviados con todo el repertorio primitivo. Como carecen de espejos
para controlar el aspecto del maquillaje, la ejecución del mismo
requiere colaboración entre compañeros. Vestirse y adornarse constituye un
pasatiempo favorito, y todo un ritual de buena vecindad, en numerosas
sociedades.
9. Mujer Padung. No sabemos en qué
momento se origina la dominación masculina, que convierte a las
mujeres en producto de compraventa entre los padres y los yernos. La mujer más
cotizada es entonces la que mejor ejemplifique el ideal erótico que prefieran
los varones. Como ellos son fuertes, dinámicos y ágiles guerreros, educados
para mandar,buscan en sus esposas lo contrario: debilidad, quietud, sumisión.
Numerosos artículos indumentarios sirven a este ideal: los gruesos
aros en el cuello, el corsé, los tacones altos, la anorexia...
|
3. Nueva Zelanda. |
|
4. Isla de Pascua. |
|
5. Pinura mesolítica. |
|
6. Islas Solomon. |
|
7. Sudán. |
|
8. Brasil. |
|
9. Mujer Padung. |
A
3. DESPUÉS DEL TEJIDO: INDUMENTARIA
PREHISTÓRICA MESOLÍTICA y NEOLÍTICA. De 9.000 a 3.000 AEC (Anatolia, Levante, Mesopotamia,
Grecia); hasta 2.000 (Europa Occidental)
En oposición al
paleolítico, el neolítico muestra las primeras ciudades conocidas (por ejemplo, Jericó), los primeros
asentamientos con carácter definitivo (sedentarismo), origen de la idea de
estado y nación, y una economía diversa basada en la depredación (recolección,
caza y pesca) pero también en la producción agropecuaria (agricultura y
ganadería), en la que tampoco falta el comercio (la ciudad de Çatal Höyuk producía y comerciaba con obsiadiana).
Para
la Historia de la Indumentaria, el neolítico es la etapa histórica en
la que se supera la cuerda y se fijan y difunden las técnicas textiles
propiamente dichas. Las primeras evidencias directas de tejidos han sido halladas en Jarmo (Iraq), un trozo de mineral con
la huella de un tejido (7.000 AEC) y un pedazo de hueso también con la
impresión de una tela en Çayonü Tepesi (Turquía). Se conserva un fragmento de lino
datado 6.500 AEC (Nehal Hemar, Israel). La prolijidad de evidencias de tejidos
halladas en Çatal Hüyük, pues se empleaban (entre otros usos) para envolver los
huesos de los antepasados (acaso primera evidencia de momificación) hacen
sospechar que el telar vertical
ya estaba inventado. Hacia 5.000 AEC el telar vertical parece haberse difundido
por toda Eurasia, desde el Europa Central hasta China.
Todos
estos tejidos se elaboraban con fibras vegetales: lino y cáñamo en
Eurasia; algodón en La India (ciudad de Mohenjo Daro) y algodón y yuca
en América. Se carecía todavía de ovejas laneras.
BIBLIOGRAFÍA: Patricia Rieff Anawalt (Historia del vestido, Madrid: Blume). Otras referencias: Alberich, Julio Cola, Amuletos y
tatuajes marroquíes. Madrid: Instituto de Estudios Africanos, 1949.- Angulo José G., Los tatuados en la
Penitenciaría Nacional. Buenos Aires: Talleres Gráficos de la Penitenciaría
Nacional, 1913.- Barber, Elizabeth
W., “Textiles, Prehistoric”, Encyclopedia
of Clothing and Fashion, 2008, III, pp. 305-308; Prehistoric Textiles, Princetown University Press, 1991; Women’s Work: The First 20.000 Years,
New York: Norton and Company, 2004. – Ebin,
Victoria, The Body Decorated, London: Thames and Hudson, 1979.- Blixen, Olaf, Notas sobre tatuajes y
pinturas corporales de los makiritare. Montevideo: El Siglo Ilustrado,
1966.- Casas Gaspar, Emilio, El
origen del pudor. Barcelona: Alta Fuella, 1989 (1930).- Duque, Pedro, Tatuajes: el cuerpo
decorado. Anillos, piercings y otras modificaciones de la carne. Valencia: Midons, 1969.- Ebin, V., The body decorated. Londres: Tahames and
Hudson, 1979.- Flügel, John
Carl, Psicología del vestido. Buenos Aires: Paidós, 1964 (1935). -Font Riera,
Gabriel, Tatuaje y delincuencia. Resumen de tesis doctoral, presentada
en la Universidad de Barcelona, 1972.- Neto,
Menton de Alencar y Nava, José, Tatuagens e desenhos
cicatriciais. Belo Horizonte: Governo do Estado de Minas Gerais, 1966.