Hojas de acanto finamente reproducidas en un capitel compuesto (Madrid, Oratorio del Caballero de Gracia). Fotografía de Frikipiedras. |
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La indumentaria que estudiamos en este capítulo coincide con el desarrollo de la figuración y decoración clásicas, pero carece de algo que permita calificarla como "clásica", salvo por la coincidencia cronológica y espacial.
En general, la indumentaria del milenio 500 AEC - 500 EC en Grecia y Roma se compone sobre todo de pedazos más o menos rectangulares de tejido que se enrollan en torno al cuerpo o penden desde él. Debe en consecuencia considerarse el traje grecorromano clásico una prolongación de la indumentaria egipcia.La decoración superficial no existe, o al menos no la refleja la plástica salvo en algunas caracterizaciones teatrales. Los paños yuxtaponen su volumetría y colores. No se emplean tocados salvo en atuendos rituales, principalmente religiosos, ni pelucas.
En general, la indumentaria del milenio 500 AEC - 500 EC en Grecia y Roma se compone sobre todo de pedazos más o menos rectangulares de tejido que se enrollan en torno al cuerpo o penden desde él. Debe en consecuencia considerarse el traje grecorromano clásico una prolongación de la indumentaria egipcia.La decoración superficial no existe, o al menos no la refleja la plástica salvo en algunas caracterizaciones teatrales. Los paños yuxtaponen su volumetría y colores. No se emplean tocados salvo en atuendos rituales, principalmente religiosos, ni pelucas.
Caballeros con quitones ablusados por medio de dos cinturones; en la espalda, clámides; mujer con peplo ampliamente ablusado: Mercurio, Euridice, Orfeo (París, Louvre). |
EL VESTIDO No se tiene noticia de prendas interiores en Grecia.
La prenda fundamental es la túnica, que recibe dos nombres: peplo y quitón. No está claro en qué se diferencian pero la mayoría de los textos reserva la primera voz para las túnicas muy largas de las mujeres y la segunda para todas las demás, sean femeninas o masculinas. El peplo era una túnica
talar (es decir, larga hasta el talón) y consistía en un rectángulo de tejido doblado por la mitad bajo una axila y cuyas dos mitades pendían de los hombros por medio de fíbulas o unos puntos de postura. Una estudiada colocación sobre el cuerpo producía hermosos efectos ablusados, para los que se empleaban uno o más cinturones ocultos. El quitón se relaciona más a menudo con túnicas ligeras, incluso de lino, adecuada para los meses de calor. No está clara la designación sexual del quitón: en general, el quitón largo hasta las rodillas y principalmente de lana sería el preferido de los hombres, y el chitón de lino y siempre talar (hasta los talones), el adjudicado a las mujeres.
Quitón ajustado bajo el busto, como lo recuperará la moda Imperio después de 1800: Afrodita cuidando de Eros en una figurilla de Tanagra (Londres, Británico). |
Demóstenes con palio (Copenhague, Gliptoteka). |
Los griegos rara vez se tocaban salvo para evitar el sol (pétaso o sombrero con ala) y, salvo los militares, se calzaban poco y siempre en interiores a fin de no estropear las sandalias.
Doríforo, por Policleto, siglo V AEC. Nápoles, Arqueológico |
LA DESNUDEZ EN GRECIA La más sorprendente de las costumbres indumentarias griegas era la tolerancia de la desnudez integral masculina en ámbitos que entonces consideraban exclusivamente viriles, sobre todo, el deporte. Esto supone que, aunque en otros contextos se vistieran, lo hacían por adecuación social vestimentaria, o sea, por pudor social, no por incomodidad hacia la propia desnudez. Más aún, los griegos se representaban a sí mismos desnudos, incluyendo a sus prohombres, gobernantes, héroes y dioses. Verdaderamente convertieron la desnudez en su traje macional. Este fenómeno carece de precedentes en la historia de la humanidad y tampoco coordina con las costumbres indumentarias de su tiempo. Sus vecinos y odiados enemigos, los persas, proseguían la tradición del pudor mesopotamio y siempre se representan enteramente vestidos. Por una vez en la historia, el desnudo ganó la partida al vestido.
Luchadores en una cerámica griega. San Petersburgo, Hermitage |
Sí está claro qué significa la desnudez en la iconografía. Ya los faraones eran representados con el pecho desnudo y siempre atlético con independencia de la edad que tuvieran: se representaba un ideal de faraón y el pecho musculoso desnudo significada juventud inmortal y capacidad guerrera. Los griegos continúan y amplían el símbolo de la desnudez egipcia. Despojado de ropas, el héroe griego, cuyo más famoso representante artístico quizás sea el Doríforo, se instala en una imagen atemporal y universal (las ropas siempre significan un tiempo y lugar precisos) del varón perfecto, armonía formal y equilibrio psicológico.
Praxioteles, Adrodita Knidia, siglo IV AEC, copia romana, Vaticanos |
Alejandro Magno, copia del realizado por Lisipo ha. 325 AEC. Estambul, Arqueológico |
LA IMAGEN DE ALEJANDRO El griego más admirado cambió la imagen de los griegos. Antes de él, los griegos peinaban barba, pero como Alejandro se afeitó, todos los griegos y después los romanos, rechazarán la pilosidad facial. La moda de la cara tersa se extendió durante casi cinco siglos, hasta que el emperador Adriano recuperó para sí la imagen de Pericles. Durante el tiempo de la moda sin barba, solamente la lucían los filósofos, pues consideraban que la barba, al crecer naturalmente sobre el rostro masculino, ofrece una imagen más natural y humilde.
2. el Imperio Romano Los
romanos, poseedores del primer imperio bien comunicado, legan para la historia una cultura de síntesis que combina rasgos mediterráneos,
nórdicos y orientales. No obstante, como el arte helenístico era el que
gozaba de mayor prestigio entre nuestros antepasados latinos, también el
vestir romano se relaciona mayormente con el griego que con el de sus
vecinos bárbaros.
Peplo y palio o palla. Dama romana (Madrid, Prado) |
ROPA INTERIOR El ajuar de los romanos pudientes ha crecido considerablemente comparado con el griego. La ropa interior, aunque muy sencilla (meras bandas de tejido que sujetan el pecho o protegen el sexo) y en ningún caso prendas antropomorfas, dio lugar a un número sorprendente de términos: mamillare y fascia pectoralis (literalmente, faja de pecho), subligaculum (calzoncillo), interula (túnica interior, precedebte de las camisa).
Pampanilla (subligaculum), modo de colocarla desde los tiempos más remotos. Tomado de: historia-moda.comocubriruncuerpo.org. |
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CIUDADANOS El manto más famoso de los romanos, y quizás de todos los tiempos, fue la toga, símbolo de la ciudadanía masculina. Inmenso y pesado chal, siempre de lana y blanco, daba trabajo al artesanado más próspero de las ciudades romanas: el gremio de los lavanderos de togas, que las blanqueaban con orines y otros productos repelentes. La toga era obligado vestirla con la ayuda de una mujer o un esclavo a causa de sus dimensiones y peso, y suele escribirse que las estatuas de los emperadores servían de modelo para ajustarla con propiedad. A partir del siglo III EC detectamos su declive en favor de una toga menos ampulosa (toga contabulata), pero sobre todo exonerada por el sencillo palio griego, de lejos más ligero y manejable.
No hay nada especial que decir sobre las túnicas romanas masculinas, en principio idénticas a las griegas. Por su parte, las mujeres ciudadanas presumían de su envidiable condición con el vestido llamado estola de morfología aún no esclarecida, posiblemente una túnica con tirantes, con cola o con ambas cosas; sabemos que la estola poseía institae, pero ¿a qué se refiere este término?, se preguntan los estudiosos del vestido. El manto femenino es el mismo palio que usaban las griegas; las romanas lo denominaban palla. En cuanto al peinado, este fue muy imaginativo en los siglos gloriosos del Imperio, aunque gozaba de mayor fama el moño sencillo.
CIUDADANOS El manto más famoso de los romanos, y quizás de todos los tiempos, fue la toga, símbolo de la ciudadanía masculina. Inmenso y pesado chal, siempre de lana y blanco, daba trabajo al artesanado más próspero de las ciudades romanas: el gremio de los lavanderos de togas, que las blanqueaban con orines y otros productos repelentes. La toga era obligado vestirla con la ayuda de una mujer o un esclavo a causa de sus dimensiones y peso, y suele escribirse que las estatuas de los emperadores servían de modelo para ajustarla con propiedad. A partir del siglo III EC detectamos su declive en favor de una toga menos ampulosa (toga contabulata), pero sobre todo exonerada por el sencillo palio griego, de lejos más ligero y manejable.
Domitius Ahenobardus, I EC, Louvre |
Senador, siglo III, Roma, Nacional |
No hay nada especial que decir sobre las túnicas romanas masculinas, en principio idénticas a las griegas. Por su parte, las mujeres ciudadanas presumían de su envidiable condición con el vestido llamado estola de morfología aún no esclarecida, posiblemente una túnica con tirantes, con cola o con ambas cosas; sabemos que la estola poseía institae, pero ¿a qué se refiere este término?, se preguntan los estudiosos del vestido. El manto femenino es el mismo palio que usaban las griegas; las romanas lo denominaban palla. En cuanto al peinado, este fue muy imaginativo en los siglos gloriosos del Imperio, aunque gozaba de mayor fama el moño sencillo.
¿Tirantes eran las institae? Apariencia de tirantes en el vestido de esta figura hallada en Isola Tiberina (Nápoles, Arqueológico) |
TRAJE RITUAL
Adultez En Roma, mediante una dedicatoria, las jóvenes consagraban a la diosa Virgo (Fortuna Virginalis) sus ropas infantiles y eran investidas con la estola de la matrona. Una ceremonia similar para los muchachos consistía en vestir por vez primera la toga y la consagración de la primera barba. Esta celebración masculina, conocida ya en Grecia, se denominaba depositio barbae.
Matrimonio La víspera de la celebración, la novia se acostaba con una redecilla y la túnica dicha recta, blanca y sencilla, sin ablusamientos. La tradición exigía que tanto la redecilla como la recta hubieran sido tejidas por la propia novia en el antiguo telar vertical. A la cintura, un simple cíngulo de vellón (como en nuestros antiguos trajes de comunión) atado con el nudo de Hércules promovía mágicamente la fertilidad, pues el imbatible héroe mitológico llegó a engendrar setenta vástagos. El color blanco estaba asociado en Roma a la pureza, la castidad y los dioses favorables, y simbolizaba la inmadurez sexual. Ya entonces la prenda nupcial más característica de la desposada era el velo; pero mientras las cristianas se ocultaban con un velo blanco, las novias paganas se celaban tras un velo amarillo anaranjado (flammeum).
Marco Aurelio en un sacrificio. Procedente del Arco de Marco Aurelio (Roma, Vaticanos). |
1Vestal cubierta con suffibulum. |
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INDUMENTARIA MILITAR Los elementos protectores de los valientes romanos eran los siguientes: cascos para la cabeza, corazas o lorigas para el tórax, haldetas o lambrequines de cuero para las caderas, grebas para las pantorrillas y sandalias para los pies. Aquí no vamos a estudiar con detalle estos trajes, pero destacaremos al menos la diversidad de corazas: cota de mallas, coraza metálica antropomorfa, coraza de escamas, y la más romana de todas, invención abolutamente original, la coraza de segmentos. Ya dijimos que la capa clámide griega se bautiza al latín como paludamento. Por fin, destacaremos la relevancia de los militares destacados en las fronteras en la asunción de prendas de vestir con mangas y perneras, indumentos propios, según prejuicio grecolatino, de extranjeros dudosamente civilizados.
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Tropas ligeras con pantalones femorales; infantería protegida con lorigas de segmentos: Columna de Trajano, siglo II EC (Roma) |
La importancia simbólica del pecho masculino queda patente en la coraza de placas. Octavio Augusto de Prima Porta (Vaticanos) |
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INDUMENTARIA EN LAS PROVINCIAS EXTRANJERAS Hemos de distinguir entre los extranjeros del norte y los extranjeros orientales. Por la rudeza de su cultura material y no en menor medida por su talante indómito, los primeros inspiraban repugnancia a los exquisitos grecolatinos. Los segundos, por el contrario, heredaban una cultura del adorno sumamente refinada.
Casullas, túnicas, largos pantalones y melenas caracterizan a los bárbaros del norte de Europa:Columna de Trajano. Dibujo extraído de luntfort.wordpress.com. |
Dama, estela procedente de Palmira, siglo III. Washington, Smithsonian |
Casullas en los manuenses y emoperador con toga contabulata: Díptico de Probiano, año 400, Berlín (Estatal) |
17. Atuendos de tradición persa (caftán, túnicas de mangas) y romana (dalmáticas, palios). Sinagoga de Dura Europos, siglo III EC (Siria). |
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IMAGEN DE JESÚS Con estos elementos las autoridades de la Iglesia cristiana comenzaron a ilustrar la figura del profeta Jesús. Lo vistieron con dalmática y palio, como un sabio, y lo dotaron de un rostro joven y apolíneo, porque Apolo había sido el dios de la luz para los paganos, y se buscaba la comprensión del nuevo ídolo. Sin embargo, a finales del siglo V, se resolvió modificar la cabeza de Jesús: el llamado Cristo siriaco, conocido desde entonces por su barba y cabellos largos, nació como una aproximación iconográfica historicista: se pensó que habiendo sido Jesús un rabino sirio, debía de haber llevado barba y melena. Y a imitación suya se dotará de barba a la imagen de los santos y apostoles que se representarán en el futuro, así como a la de los reyes cristianos de la Edad Media y la Edad Moderna.