Madrid, Museo del Traje |
Bibliografía Carmen Bernis,
“El traje
burgués”, en Menéndez-Pidal,
Gonzalo, La España del Siglo XIX vista
por sus contemporáneos, vol. I, Madrid: Centro de Estudios Constitucionales,
1988; Pablo Pena González, “La moda en la
Restauración, 1868-1890”, Indumenta, nº.
2, 2011, págs. 6-34. Puedes leer este artículo completo pinchando aquí.
CLAVES ESTILÍSTICAS
Cuello chimenea
Talle largo y corpiño rígido
Mangas de hombros acentuados
Colores oscuros: tono sobre tono
Altivez El estilo "segundo polisón" (a falta de otro nombre) se distingue fácilmente del estilo "primer polisón" por un compendio de rasgos formales que contribuyen todos ellos a endurecer y envarar la postura de su portadora, en particular el inevitable cuello chimenea y la ocultación de un corsé muy rígido de talle profundo, incluso por debajo del ombligo. El estilo "primer polisón" a menudo buscaba inspiración en el estilo rococó; por el contrario, en el estilo "segundo polisón" gustan los colores intensos y brillantes, y en particular las armonías denominadas tono sobre tono combinando tejidos del mismo color pero diferente textura. El aspecto global de la mujer así vestida resulta majestuoso, opuesto a la blanda femineidad del primer polisón.
Béraud, En la Torre Eiffel, 1889, París, Museo de Artes Decorativas. |
Trajes de paseo y un traje de boda. La Moda Elegante, 1885. |
Béraud, Café Gloppe, 1889, París, Museo Carnavalet. |
Seurat, Tarde de domingo junto a la Grande Jatte, 1886, París, d'Orsay. |
Worth, trajes de baile hacia 1890. Nueva York, Metropolitan Museum. |
El número de botones aumenta según la distinción de
los guantes y la altura social de la ocasión. Los trajes de calle, generalmente
confeccionados con manga larga, demandan guantes de dos a cuatro botones; los
trajes de recibir, para los que gusta la manga Luis XV, de bocamanga
acampanada, exige guantes de ocho a diez botones; por fin los trajes de baile,
escotados y sin mangas, requieren guantes de larga caña ajustada con diez o
doce botones. Y una novedad de este año: cada vez se ven más señoras con
guantes negros en trajes de paseo y mañana (La Moda Elegante, 1875).
Trajes de baije de 1887 en La Moda Elegante. |
Luto Se denomina así al traje negro con independencia de
que se realizce para asistir a un funeral o para guardar luto. El luto era tan
común en el traje decimonónico que la ropa negra conformaba una buena parte del
ajuar femenino y algunas cronistas de moda lo recomiendan como traje comodín
para casi cualquier ocasión.
Mantilla y luto. Raimundo Madrazo, Cecilia Madrazo, Comunidad de Madrid. |