CLAVES ESTILÍSCAS
Mangas ajustadas
Tejidos lisos,
rayas y cuadros
Faldas de perfil
ojival
ATraje ordinario versus traje de baile. Journal des Demoiselles, 1842. |
La joven que cose luce un casaquín de solapa bordada. Tras ella, una muchacha c on traje de primera comunión. Journal des Demoiselles, 1844. |
Austeridad El desplome de las
formas artificiosas se inicia en 1836 y culmina hacia 1842: aparece un traje
sencillo, sobrio, de mangas y corpiño ajustados a la anatomía femenina;
imagínelo con pantalones y obtendrá un modelo funcional del siglo XX. Incluso
se arrincona la crinolina y la falda cae apenas abultada por el frunce de la
cintura dibujando una parábola ojival. Al menos durante cinco años (1842-1847)
la mujer gozó de una indumentaria razonablemente confortable.
A
Nueva York, Metropolitan. |
Nueva York, Metropolitan. |
Cabeza Como en la fase anterior pero con dimensiones menguadas: capota de curva pequeña que se ajusta fielmente al rostro y peinados muy sencillos. Se recupera el moño, pero no arquitectónico como el de 1830 sino modesto.
Austeridad a rajatabla. En este traje de sociedad la berta ha adelgazado hasta convertirse en una banda de encaje. Esquivel, Señora de Mendizábal, 1843, Prado. |
Traje
Caracterizado por el uso invariable de los tejidos lisos, rayas y cuadros. Los
corpiños se cortan apretados al torso y han desaparecido los fichús de los
escotes. Se ponen de moda los cuerpos de estilo militar, es decir, abiertos y
con solapas, estilo de gran futuro en el traje femenino. Mangas naturales y
faldas sin crinolina, rara vez con volantes y nunca más de tres.
A
Sobretodos
Chaquetones, manteletas y chales La manteleta de los años cuarenta era principalmente de blonda. Son abolidas las manteletas de cabos del período anterior, pero no los chales, y se confeccionan prendas similares a nuestros chaquetones modernos, de aspecto muy funcional.
Chaquetones, manteletas y chales La manteleta de los años cuarenta era principalmente de blonda. Son abolidas las manteletas de cabos del período anterior, pero no los chales, y se confeccionan prendas similares a nuestros chaquetones modernos, de aspecto muy funcional.
Chales de blonda y se satén rayado. La Sylphide, 1843. |
Mantilla y manteleta. Vicente López, Señora de Gandara, 1846, Prado. |
Tres sobretodos: un chal de largos flecos y dos manteletas guarnecidas de encaje. La Sylphide, 1840. |
Trajes de berta y tres volantes. Les Modes Parisiennes, 1846. |
Traje de baile
Berta y tres volantes Sin novedades y muy sencillo: siempre con berta y un máximo de tres volantes, carentes de otra guarnición. Los adornos de cabello característicos del traje de baile se denominan “prendidos”.
Berta y tres volantes Sin novedades y muy sencillo: siempre con berta y un máximo de tres volantes, carentes de otra guarnición. Los adornos de cabello característicos del traje de baile se denominan “prendidos”.
Chal y traje de baile: mensaje de pureza. Raimundo Madrazo, Leocadia Zamora, 1847, Comunidad de Madrid. |
¿Una italiana con mantilla? F. X. Winterhalter, Princesa Altieri, Mainz, Landesmuseum. |