Coincide con el gusto decorativista del gótico flamígero una indumentaria grandilocuente, abundante y compleja, convincente exhibición de riqueza. El antiguo ducado de Borgoña, que entonces incluía Flandes y los Países Bajos con las poderosas ciudades
industriales y comerciales de Ypres, Brujas, Gante y Amberes, ha legado imágenes indumentarias de un esplendor sin precedentes. Pero sobre todo los siglos XIV y XV son para la historia de la indumentaria aquel en el que se cimenta sin posibilidad de marcha atrás el nuevo traje occidental: corto para los hombres, largo para las mujeres y ajustado para los dos sexos.
BIBLIOGRAFÍA Boucher, F., 20.000 years of fashion, 1990 (original de 1963), Nueva York: Abrams; Bernis, C., Indumentaria mediecval española, 1955.
CLAVES DEL ESTILO
HOMBRES - A lo largo de cien años se mantiene el favor por el peinado a la escudilla. Por sí mismo ya identifica a todo el estilo.
MUJERES - Tocados de dos cuernos y ajustadas sayas de escote redondo o barco.
AMBOS SEXOS - La prenda esencial de la riqueza es el sayón, hopa u hopalanda, grandísimo sobretodo de mangas hipertrofiadas. El motivo ornamental favorito es la granada o alcachofa.
Botones Cobrarán protagonismo a partir del siglo XIV para convertirse en imprescindibles a finales del siglo siguiente, el XV. Su contribución a la ropa ajustada no puede ponerse en duda, ya que permiten abrir y cerrar delanteros y mangas muy estrechas.
BIBLIOGRAFÍA Boucher, F., 20.000 years of fashion, 1990 (original de 1963), Nueva York: Abrams; Bernis, C., Indumentaria mediecval española, 1955.
CLAVES DEL ESTILO
HOMBRES - A lo largo de cien años se mantiene el favor por el peinado a la escudilla. Por sí mismo ya identifica a todo el estilo.
MUJERES - Tocados de dos cuernos y ajustadas sayas de escote redondo o barco.
AMBOS SEXOS - La prenda esencial de la riqueza es el sayón, hopa u hopalanda, grandísimo sobretodo de mangas hipertrofiadas. El motivo ornamental favorito es la granada o alcachofa.
Botones Cobrarán protagonismo a partir del siglo XIV para convertirse en imprescindibles a finales del siglo siguiente, el XV. Su contribución a la ropa ajustada no puede ponerse en duda, ya que permiten abrir y cerrar delanteros y mangas muy estrechas.
El traje masculino La influencia del tieso jubón militar (brigantina, véase cap. 13) no se aprecia en la mayoría de las ilustraciones por la presencia casi inevitable de la hopalanda. Pero, en efecto, sobre la ropa interior (calzas, bragas, camisa), los hombres empiezaron a vestir jubones, una especie de chaquetas "estofadas" (rellenas de estofa, de tejido) que mejoraban la apostura del pecho masculino, y calzas enteras y a menudo soladas (con suelas), ambas piezas unidas al jubón por medio de ligas (véase capítulo 10).
Rey o señor con hopalanda de amplios dibujos. El resto de personajes lucen hopas cortas y calzas a dos colores (Libro de Caza, hacia 1410, manuscrito de la BNF) |
Hopalanda negra guarnecida
de piel sobre jubón rojo. Juan Sin Miedo, duque de Borgoña,principios siglo XIV (Museo de Amberes) |