Antemio de Tralles y Apolodoro de Rodas diseñaronn un templo dorado, Santa Sofía, en Constantinopla. |
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1. Alta Edad
Media (datación: 476-1.000).
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1.1. Cristiandad Oriental o Bizancio. El Medievo antiguo fue el tiempo grande del Imperio Romano de Oriente, más conocido como Bizancio, que giraba en tormo a la ciudad fundada por el emperador Constantino, Constantinopla. Bizancio nos ha dejado vestigios de una cultura cortesana sumamente ostentosa: joyas, púrpura, bordados, mosaicos dorados. Para estudiar la indumentaria observamos principalmente los retratos cortesanos del Justiniano y la emperatriz Teodora, espectaculares mosaicos inscrustados en las paredes del templo de San Vital en Rávena (Italia). Las prendas de vestir ya las conocemos, pues son las mismas que se vestían en los siglos finales de la gran Roma, una mezcla de indumentos drapeados (palios, clámides) y prendas de raigambre bárbara (pantalones, túnicas de manga larga, casullas).
1.1. Cristiandad Oriental o Bizancio. El Medievo antiguo fue el tiempo grande del Imperio Romano de Oriente, más conocido como Bizancio, que giraba en tormo a la ciudad fundada por el emperador Constantino, Constantinopla. Bizancio nos ha dejado vestigios de una cultura cortesana sumamente ostentosa: joyas, púrpura, bordados, mosaicos dorados. Para estudiar la indumentaria observamos principalmente los retratos cortesanos del Justiniano y la emperatriz Teodora, espectaculares mosaicos inscrustados en las paredes del templo de San Vital en Rávena (Italia). Las prendas de vestir ya las conocemos, pues son las mismas que se vestían en los siglos finales de la gran Roma, una mezcla de indumentos drapeados (palios, clámides) y prendas de raigambre bárbara (pantalones, túnicas de manga larga, casullas).
Bizancio sufrió su decadencia en la segunda mitad de la Alta Edad
Media, debilitada tanto por el empuje del Islam, que le arrebata sus dominios,
como por una larguísima guerra interna en la que se enfrentan dinastías pero
también motivaciones artístico-religiosas (“Querella Iconoclasta”).
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Cuádriga en oro con fondo de púrpura. Sudario de Carlomagno, Museo de la Edad Media (París). |
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2. Plena Edad
Media (datación: 1.000 a 1.200).
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2.1. Cristiandad Occidental: El
desarrollo de la cultura románica
coincide con la recuperación política y económica de Occidente, ya que por un
lado (el Este) Bizancio ha dejado de ser poderosa, y por el otro (el Sur), el
Islam comienza a ser eficazmente controlado por los reinos cristianos
peninsulares. En esta Europa que ha recuperado la confianza en su porvenir, se abren
las rutas peregrinas y se emprenden suicidas e ingenuas campañas bélicas contra
los “infieles”, las famosas cruzadas. El románico presenta una cultura extrañamente homogénea, casi tanto
como la antigua cultura clásica homogeneizada por el Imperio Romano. No solo
encontramos homogeneidad en los templos, monasterios y castillos, en todos
ellos arcos de medio punto, motivos decorativos geométricos y figuración abstraizante, sino también en la indumentaria, caracterizada por el
uso de túnicas largas en los dos
sexos.
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La Giralda cuando existía el Imperio Almohade, con sus entrelazos geométricos, característicos de todo el arte islámico. |
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2.2. Cristiandad Oriental (Bizancio): La Bizancio plenomedieval ha dejado más momumentos en Grecia que en Anatolia, generalmente monasterios y templos humildes. No eran sin embargo humildes sus emperadores cuando se vestían: pesados mantos de perlas cuelgan ahora de sus hombros (loros) y las coronas se han vuelto rígidas y pesadas.
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2.3. Islam: El Islam peninsular convierte a Sevilla en capital de un efímero imperio (el almohade), de donde su famosa torre, la Giralda, pero luego se reduce a un pequeño sultanato o principado en torno a Granada, preservado hasta el final de la Edad Media como centro productor y exportador de tejidos maravillosos.
2.2. Cristiandad Oriental (Bizancio): La Bizancio plenomedieval ha dejado más momumentos en Grecia que en Anatolia, generalmente monasterios y templos humildes. No eran sin embargo humildes sus emperadores cuando se vestían: pesados mantos de perlas cuelgan ahora de sus hombros (loros) y las coronas se han vuelto rígidas y pesadas.
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2.3. Islam: El Islam peninsular convierte a Sevilla en capital de un efímero imperio (el almohade), de donde su famosa torre, la Giralda, pero luego se reduce a un pequeño sultanato o principado en torno a Granada, preservado hasta el final de la Edad Media como centro productor y exportador de tejidos maravillosos.
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Dalmática del obispo Rodrigo Ximénez de Rada, elaboración almohade, siglo XIII. Santa María de la Huerta (Soria). |
3. Baja Edad
Media (1.200 a 1453). Polémico es el final de la Edad Media, pues son numerosos los acontecimientos dignos de darle terminación. En general, Europa prefiere la invención de la imprenta, la caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos y el final de la Guerra de los Cien Años. Pero en España trasladamos el final medieval hasta 1492, cuando Granada se incorpora a la corona de Castilla y Cristóbal Colón conecta definitivamente Afroeurasia y América.
Tracería flamígera. Catedral de Sevilla. Foto de señordelbiombo.blogspot.com.es |
3.1. Cristiandad Occidental: La Baja Edad Media es el tiempo del Gótico, cultura artística que adorna los objetos con trazos apuntados y sinuosos, paulatinamente complejos. De hecho, suele distinguirse entre gótico clásico (1200-1350), caracterizado por altos templos orgullosos de su tecnología, y gótico flamígero (1200-1500), muy rico en ornamentación de tracería, próxima al encaje textil. Un nuevo estilo naturalista se reconoce en las artes figurativas: estilizado, de personajes en posturas coreográficas, virtuoso con el detalle. Ahora las ciudades presentan casas de fachada, estrechas fincas sobre las que se elevan casas de bonitas fachadas que traducen el gusto del lugar y el estilo del propietario. Además de monumentos religiosos, las imponentes catedrales, los ciudadanos se dignifican a si mismos con ayuntamientos, lonjas y hospitales de excelente aspecto.
Fragmento de tejido nazarí conservado en el Museo Lázaro Galdiano (Madrid). |
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3.2. Cristiandad Oriental (Bizancio): La caída de Constantinopla en 1453 señala el final de la Baja Edad Media, el fin de Bizancio, y el apogeo de un gigantesco poder islámico en Europa Oriental: el Gran Turco o Imperio Otomano.
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3.3. Islam: Al-Andalus se ha reducido a un principado (sultanato de Granada) de importantísima producción textil, legado además de unas construcciones palatinas sin parangón hasta entonces (palacios de La Alhambra). Pero en nuestra península es precisamente la reconquista de Granada el hito histórico que señala el final del Medievo.
Azulejos de La Alhambra, siglo XIV. |