Capítulo 08. Alta Edad Media (Bizancio) y Plena Edad Media (Europa románica)


Alta Edad Media (476 a 1.000)  
 A
Justiniano y su séquito. Rávena (Italia), San Vital (Rávena), siglo VI
BIZANCIO
 
Bibliografía: Fraçois Boucher, 20.000 years of fashion, Nueva York, 1990 (1965)
 

 La industria del lujo colma las arcas de la nueva capital de la Cristiandad; domina el negocio de la púrpura, la seda (Morea es la región griega en la que se cultiva la morera que alimenta a los laboriosos gusanos bombix), el oro y las piedras preciosas. Con estos elementos crea un estilo propio que envía un mensaje de ostentación superior al conseguido hasta entonces en ninguna otra parte. Hoy nos puede parecer excesivo e incluso hortera por lo grueso de los adornos, pero en su tiempo convenció a todo Occidente. Los reyes europeos, pobres con comparación con los bizantinos, ansiaban los regalos indumentarios de los segundos, y el propio sudario de Carlomagno, en púrpura y dorado, no es otra cosa que una importación bizantina. 

ALTA EDAD MEDIA       El esplendor cultural de Bizancio fue obra principalmente de un dictador terrible y su esposa: Justiniano y Teodora. El primero hizo erigir Santa Sofía, la maravilla arquitectónica altomedieval, sin parangón, y a la segunda se atribuye el espionaje industrial que promovió la industria sedera bizantina.
Podemos observarlos y admirarlos en los retratos colectivos que los muestran con técnica de mosaico en la iglesia italiana de San Vital (Rávena).
El emperador viste túnica de manga larga muy decorada en hombros y hendidura de costados (paragaudion), una clámides ornada con un panel bordado (tablion) sujeta al hombro por un broche monumental, una corona con pendientes de perlas (stemma), pantalones o calzas, y sandalias enjuyadas. Los dignatarios que le acompañan emplean las mismas prendas pero colores austeros. Maximiano, patriarca, muestra ya el futuro del traje sacerdotal: alba, dalmática y casulla.
La emperatriz parece vestir una capa semejante a la de su esposo, pero en los bordados del bajo observamos la epifanía, los Reyes Magos. Adorna los hombros con una asombroso torques de inspiración egipcia (maniakis) y se corona con una tiara de larguísimos pendientes de perlas (stemma). Es acompañada por mujeres de alta cuna; todas ocultan el cabello con velos dorados y exhiben un gusto exquisito en bordados y combinaciones cromáticas.
La representación de los Reyes Magos (San Apolinar, Rávena; véase ilustración) nos confirma la persistencia del traje persa: gorro frigio, pantalones bordados, babuchas. La túnica se recoge por medio de tirantes y cinturones para facilitar la cabalgadura. 
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Teodora y su séquito. Rávena (Italia), San Vital, siglo VI.
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Los Reyes Magos, mosaico en San Aponinar Nuevo (Rávena), siglo VI
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Nicéforo II y María de Alania vestidos con
anchos loros cuajados de oro. París, Biblioteca Nacional
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PLENA EDAD MEDIA       Hacia el siglo IX  los emperadores son representados con un echarpe de forma desconocida, y la técnica de representación de los bizantinos (marfil, mosaicos), lejos de sder naturalista, tampoco aclara el misterio de su hechura. Parece claro que la denominaban loros y que gustaba más cuanto más recargada de perlas y gemas.

BAJA EDAD MEDIA       Por fin, entre los siglos XIII y XV (Baja Edad Media) se asienta el empleo de una túnica de manga larga y ancha (sakkos) y el caftán de mangas flotantes anudadas a la espalda (granatza) que retomarán las dinastías turcas que aplastan el poder bizantino. Desde el siglo XII las viejas coronas blandas han sido depuestas en favor de la corona rígida semiesférica (camelaukion), modelo de la mayoría de las coronas occidentales desde entonces.

Emperador Juan Cantacuceno coronado con  
camelaukion y luciendo oscuro saccoz.
París, Biblioteca Nacional
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 Plena Edad Media 
ROMÁNICO (1000–1200)
A

San Gil regala una túnica. 
Cripta de San Gil, 
Aignant-sur-Cher (Francia)
Bibliografía: Carmen Bernis, Indumentaria medieval española, Madrid: CSIC.
A
Como sucede en arquitectura y artes plásticas, también en indumentaria el románico presenta una asombrosa uniformidad a lo largo y ancho de Europa: el románico es el primer estilo internacional de Occidente. Según Bernis, la influencia de Bizancio continúa siendo la principal, sobre todo en las túnicas de tela abundante y mangas anchas, y quizás también en la llamada “moda del traje largo”, es decir, de túnicas talares para los dos sexos, desarrollada a lo largo del siglo XII.
A
La seda, usada en briales y pieles, recibe nombres como cendal y ciclalón (con oro).  Varones y hembras visten las mismas prendas. El dimorfismo sexual se aprecia particularmente en los tocados, pues la mujer los usa siempre y el varón casi nunca.
A
Túnicas     La túnica de debajo es el brial, saya, cota o simplemente túnica (manga larga estrecha) y la de encima el pellizón o piel (ancha y forrada de piel de conejo, cordero o armiño). Los mantos antiguos perviven: la tipología clámide es ahora denominada manto y continúa siendo común entre los hombres como el palio en las mujeres. Será moda del siglo XII y llegada de Bizancio, las mangas perdidas anudadas a la espalda en una prenda que llegará a llamarse tabardoA
A
Pantalones     Se abandonan los trubucos (zaragüelles o pantalones anchos equivalentes a las braccae de todos los pueblos bárbaros) paulatinamente por las calzas que cubren los pies y llegan hasta lo alto de los muslos donde se atan con ligas a la cintura. 
-->A
En esta ilustrración del Libro de los Testatmentos (catedral de Oviedo) Alfonso III muestra un manto del tipo del palio vestido sobre una túnica hendida en el centro y esta a su vez sobre una túnica blanca. La reina Jimena parece lucir un manto o velo negro y blanco sobre una amplia túnica azul orlada de piel en las amplias bocamangas. Su camarera a la izquierda eleva un abanico 


En la parte inferior de la misma ilustración vemos en fila una camarera y cuatro caballeros. Imaginamos que visten túnicas de encima (pieles o pellizones) sobre sus túnicas de debajo (briales, cotas, gonelas; muchos términos para lo mismo). El ejemplo central es curioso porque muestra largas mangas en punta y anudadas, un modelo de mangas que volverá a estar de moda en los siglos XV y XVI


Sepulcro de Alfonso Ansúrez. Se sugiere un fino trabajo de pliegues en la túnica o pellizón de este caballero: pliegues regularess en falda, pliegues en bíceps y antebrazo. Madrid, MAN

Extraña imagen de un guerrero que viste 
una cola de tiras entrecruzadas. La imagen 
representa el martirio de Santo Tomás de
 Canterbury. Santa María de Terrassa

El rey Gaspar enseña sus calzas 
con ligas.Museo Episcopal de Vic