Capítulo 37. Movimiento Moderno e indumentaria

¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO MODERNO? 
La abstracción en la escultura. 
Tatlin, Contrarrelieve de esquina, 1914
Con el término Movimiento Moderno (sinónimo: Racionalismo) se conoce la cultura artística contemporánea que ha logrado estabilizar nuevos objetivas tanto para el diseño de imágenes (abstracción), el diseño de objetos (estructuralismo) e incluso el diseño musical (dodecafonismo).
a)  Las artes plásticas, ocupadas desde tiempo inmemorial en la recreación figurativa, acceden ahora a la abstracción. Primero, a la abstracción geométrica sesudamente justificada desde teorías de la percepción visual (Kandinsky); después, a la abstracción informal o informalismo, donde la forma resulta de nuevos procedimientos de proyección pictórica sobre la superficie tales como el dripping (el célebre goteo en los cuadros de Pollock).


Sin figuración: la plástica abstracta es la propia 
del Racionalismo. Pollock, Ritmo de otoño, 1950, Metropolitan

b) En artes del diseño la renovación acontece por el abandono de la decoración aplicada (la cual caracterizaba); este enfoque deja a los objetos descarnados, desnudos en su estructura (estructuralista): arquitectura, interiorismo, muebles, ropa... todo el diseño racionalista finaliza con la ideación de la estructura. El diseñador aprende ahora del ingeniero, se niega la comunicación y la retórica del ornato. Gropius no es compatible con Schinkel, ni Chanel con Poiret, sino sus contrarios.

EL Racionalismo o MOVIMIENTO MODERNO en DISEÑO
Si antiguamente el diseñador supeditaba la belleza del objeto a su decoración -al menos, en buena medida-, ahora deberá alcanzarla manipulando solo la estructura. Más aún, para los diseñadores que siguen el Funcionalismo, afirman, como Platón, que un objeto útil es bello por añadidura. Detrás de este ideal estético subyace un ideal socialista de producir objetos bien diseñados a precios asequibles para la masa creciente de ciudadanos con economías ajustadas.
El Movimiento Moderno nace en el período de Entreguerras y triunfa después de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, después de 1945 su éxito fue tan inmenso y caló hasta tal punto en el pensamiento de artistas e intelectuales que a través de él se llegó a formular la oposición “antiguo-moderno”. En adelante, un objeto será calificado de antiguo si exhibe decoración aplicada (es decir, decorativista) o de moderno si carece de ella y exhibe desnuda su estructura o construcción (estructuralista). Oposición que en nuestros días debemos comprender como un mero binomio de especulación intelectual sin connotaciones valorativas.
Por último, una advertencia idiomática. En inglés se habla indistintamente de Modern Movement y de Modernism; la segunda voz nunca debe ser traducida al castellano como “Modernismo”.

Racionalismo e indumentaria
Chanel en 1928: camiseta y pantalones
En gran medida, podríamos decir, el estructuralismo había llegado ya a buena parte de la indumentaria antes de que fuera objeto de promoción por parte del diseño. La ropa masculina formal, en la que estaban y continúan estando prohibidos otros adornos que los estructurales (apenas se toleran solapas y algunos botones decorativos), servía de muestrario de sobriedad vestimentaria a los costureros.
Destaca Chanel, pionera, por haber trasladado parte del confort de la indumentaria masculina a la femenina, en particular, el cálido tweed para los trajes sastre, el punto para los trajes de verano y deporte (los jerséis y rebecas eran antes prendas masculinas), el bolsito con correa para poder llevarlo como bandolera y liberar las manos
 
Estéticas y estilos racionalistas desarrollados hasta 1945
La silla 14 diseñada por el alemán 
Michael Thonet en 1859 es el mueble 
más vendido del mundo 
y carece del menor asomo 
de decoración aplicada
1. Estilo funcionalista: Colores neutros, volúmenes geométricos puros y materiales industriales económicos. Estética masculina y fabril. Le Corbusier o Gropius afirmaban inspirarse en la ingeniería, no en la arquitectura que hasta entonces había sido un arte decorativo, igual que Chanel se inspiraba en los sastres y no en los modistos para renovar el ajuar femenino con prendas de vestir menos brillantes y más confortables, adaptaciones del guardarropa masculino. Cuando diseñó sus famosos muebles de asiento, Breuer confesó que la idea de las estructuras de tubo de acero le llegó de contemplar las bicicletas, todo un símbolo de la revolución industrial. Esta estética es la de mayores repercusiones en la historia de los objetos del siglo XX.
1.1. La arquitectura habitacional y funcional fue la primera en asumir los presupuestos del Funcionalismo: edificios de viviendas para barrios proletarios, escuelas, hospitales, etc. Barrios enteros de todo el mundo (Barrio del Pilar, Madrid) se beneficiaron (o hubieron de sufrir, según otras opiniones) los efectos del funcionalismo. Moles indistintas de ventanas y balcones. La crítica posmoderna será especialmente dura con la arquitectura funcionalista; económica, sí, pero que nos pensaba como unidades idénticas y no como personalidades individuales. Los barros funcionalistas no resultan atractivos: los turistas los rehúyen.
La desornamentación de los objetos, el estrucuralismo puro,
constituye el núcleo del Movimiento Moderno en las disciplinas
del diseño de objetos. La mayoría de los objetos que nos rodean 
en la actualidad, por ejemplo nuestras viviendas, encajan 
sobre todo en el Funcionalismo, objetos económicos 
cuyos elementos han sido fabricados en serie. José Luis 
Sert y otros, Casa Bloque, Barcelona, años 30 
1.2. El interiorismo laboral funcionalista es el que domina en los centros de trabajo de todo el mundo. Los baratos muebles modulares pueblan nuestros hogares. 
1.3. La indumentaria laboral también ha asumido el funcionalismo (monos de trabajo), pero también los llamados básicos del vestir, levemente afectados por los cambjos evolutivos, están constituidos por tipologías de probada eficacia que se repiten temporada tras temporada: la camiseta sin estampados, el pantalón vaquero, el pantalón chino, el jersey y la chaqueta de punto.
      
La famosa "tuta" (1919) creada por Ernesto Thayaht: una sola prenda de vestir como traje universal, inspirada en las ropas amplias y funcionales del trabajo mecánico. 
2. Estilo orgánico. Solución monumental o representativa frente a la mudez del estilo funcionalista: por medio del volumen, los objetos biomórficos sugieren vagamente el aspecto de lo vivo. Este es el segundo gran estilo del Movimiento Moderno. Veamos sus aplicaciones. 
Incluso los monumentos del Movimiento Moderno prescinden
de ornamentos aplicados en superficie, en oposición a
todo el diseño antiguo, tradicional y clásico.
Eso no quita para que puedan resultar extraordinariamente
expresivos y sugestivos. La Ópera de Sydney suscita
asociaciones de objetos y seres marinos (ninguno
en concreto, porque el Racionalismo evita la literalidad),
coherentes con su entorno geográfico
-La arquitectura monumental lúdica (edificios para espectáculos), ocasionalmente la arquitectura monumental de servicios (aeropuertos) imagina los edificios como inmensas esculturas que adornan el paisaje con sus sugerencias biomórficas. El mensaje biomórfico puede referirse a la función del edificio (por ejemplo, un aeropuerto puede parecer un pájaro) o bien al enclave geográfico (un edificio junto al mar puede sugerir una imagen de velas).
-El orgánico ha sido el estilo de referencia para el diseño de transportes; más allá de los requerimientos aerodinámicos, los aviones dibujan rostros cercanos a los delfines, y los automóviles confiesan su inspiración orgánica en sus nombres: la motocicleta Vespa (avispa), el coche Escarabajo (VW). 
El Escarabajo diseñado por Ferdinand Porche 
 para VW declara en su propio nombre el 
animal que inspiró su característica 
carrocería. Foto de 1949
-El orgánico es el estilo más empleado en el diseño de carcasas de electrodomésticos.
-Muebles de asiento de estilo orgánico son algunos de los más famosos de la segunda mitad del siglo XX. Su volumen envolvente agrada a nuestra visión y parece facilitar la sugestión de confort. 
La fama de Balenciaga la debe en gran 
medida a sus creaciones biomórficas: abrigos 
como caparazones y vestidos y faldas 
como flores bulbosas, siempre ejemplos 
de virtuoso modelismo. Fotografía de 
Irving Penn para Vogue, 1950
Otro modelo de Balenciaga 
fotografiado por Irving 
Penn para Vogue, 1950
-¿Y la indumentaria? A priori parecería falto de sentido y contingente hablar de diseño orgánico en indumentaria, habida cuenta que esta diseña siempre para un contexto absolutamente orgánico: el cuerpo humano; puede afirmarse sin posibillidad de error que toda prenda de vestir antropomorfa, toda ropa anatómica, es, al menos en su hechura, necesariamente biomórfica. Pues bien, algunos diseñadores como Balenciaga o Miyake son famosos por las hechuras biomórficas de algunas de sus obras, cuando aproximan el volumen del vestido al volumen de otros organismos distintos del cuerpo humano, como caparazones animales o corolas de flores.  


Merece la pena comparar este abrígo de día de 1954 (Balenciaga) con el famoso sillón Cisne de 1958
(Jacobsen) y comprobar no solamente que hablan lenguajes idénticos (¡y que ambos parecen huevos!)  
sino que comparten idénticas obsesiones: ¿dónde situar los inevitables cortes estructurales en un 
volumen orgánico? Ambos diseñadores encuentran soluciones extraordinarias, sin precedentes



A pesar de la hechura romántica, el 
New Look evitaba la decoración aplicada y 
subrayaba las curvaturas orgánicas del cuerpo.  
Traje de Dior y foto de Avedon, 1947
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3. Estilo neoplástico. Variante y complemento a menudo del estilo funcionalista, incorpora los colores primarios. Por estética, es decir, por principios filosóficos, los objetos neoplásticos deben parecer sencillos en su construcción, obvios y totalmente antidramáticos, buscando la comprensión universal (niños y adultos, occidentales y orientales, varones y hembras). En origen la estética neoplástica nace para luchar contra los regionalismos, y así promueve un estilo circunscrito a formas neutras en su pretensión universalista. Estilo de muy corta repercusión y carente de traducción a la indumentaria.  
Absotula coherencia estética del Neoplasticismo: 
la silla de Rietveld parece un cuadro de Mondrian
tridimensional

Mientras el Funcionalismo promueve los objetos discretos
y silenciosos, el Expresionismo grita cuanto le es posible.
Caracteriza a estos objetos la yuxtaposición volumétrica
agresiva, desgarrada. En la foto el llamado  
Edificio Lego, Tblisi, Georgia
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El protagonismo de los volúmenes destaca en  estas prendas diseñadas por Martijn van Strien  
en 2013 para su trabajo fin de estudios; tituló a la colección "Dystopian Brutalist Outerwear", 
Brutalismo se empla en arquitectura a menudo como sinónimo de Expresionismo 










4. Estilo expresionista o constructivista: idéntico en materiales al funcionalista, admite colores dramáticos (rojo, negro, amarillo) y exige volúmenes yuxtapuestos y composiciones dinámicas. Viene a constituir el subestilo barroco del Racionalismo. No ha producido numerosas obras, ni siquiera en la antigua URSS, estado que al comienzo de su breve historia lo promocionó desde la vanguardia llamada Constructivismo. Es fácil, no obstante, cultivar este estilo en la indumentaria espectacular de trajes de cóctel.  

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